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Un lugar feliz

  Desde niña he creído que hay lugares que nos hacen ser quien somos. Hoy he vuelto ahí en sueños, incluso he creído sentir la arena de la playa bajo mis pies. Sentí que volvía a estar tumbada boca arriba mirando la lluvia de estrellas como aquella vez cuando tenia 10 años.   Finisterre es esa clase de sitio que se te queda grabado en la memoria. Suelo pensar a menudo sobre él, sobre las puestas de sol, o sobre un viaje en barco que hice ahí una vez. Me recuerda a mi infancia, siento que durante esos años todo se veía más bonito.   Me encantaba escuchar esas historias que contaban los pescadores sobre los barcos que naufragaban en la Costa Da Morte, en mi cabeza imaginaba que eran barcos pirata cuyos tesoros quedaban enterrados en el fondo del mar.    Todos eso viajes recorriendo la costa con esas canciones tan anticuadas que gustaban a mis padres, y el olor a verano que me hacía sentir que esos momentos eran para siempre. Y en cierta manera lo son, eternos, al ...

  El conocerte siempre me ha hecho preguntarme si era cosa de un destino caprichoso que lo tenía todo calculado como si de una telaraña se tratase, una telaraña que nos unió y que nos atrapó como a dos moscas. Me gusta creer que si, que todo estaba escrito en algún lugar y que era lo que teníamos que hacer.   Recuerdo la primera vez que te vi. El frío de una noche de luces de invierno nos abrigaba. Tengo grabada en la memoria la primera sonrisa que me dedicaste la primera vez, una sonrisa parecida a un pedazo de sandía, grande, rosada, y sabrosa, si me lo permites. Tenías ese aspecto de chico malo que te va a destrozar la vida cuando menos te lo esperes, pero para mi sorpresa en ese momento, un chico encantador me tendió la mano, y no me la ha soltado desde entonces.   Recuerdo nuestro primer beso, que me hizo sentir que nunca había besado a nadie como a ti. Y recuerdo cuando supe que me estaba enamorando de ti, entre una de esas risas que me brindas, que me llenan el cue...

Un sueño

Desde que era niña siempre he imaginado como sería eso de haber nacido en otra época.  Siempre me ha gustado la historia, y la parte que más me gustaba era saber como vivía esa gente, como eran las ciudades en esa época, las casas, cómo hablaban, a qué se dedicaban... Todo ello me generaba mucha curiosidad. Por ello, no era raro que con el paso del tiempo acribillase a mis padres y abuelos sobre como era su vida cuando eran jóvenes.  Una vez mi madre me contó la ropa que se ponía, y como le gustaba llevar el pelo cuando tenía 18 años, allá por 1987. Creo que fue en ese momento cuando despertó en mí ese interés por los años 80. Ella me contó como en esa época la gente escuchaba la música típica de la movida madrileña, y los bares de Salamanca que más le gustaban por aquel entonces. Con todas esas historias yo me daba cuenta de como le brillaban los ojos al hablar de ese sentimiento reivindicativo que tenían todos los jóvenes; tenían muchas cosas que cambiar y por las que luchar...

Mi padre

Hablar sobre mi padre resulta un tanto complicado. Se puede decir que es un hombre de pocas palabras, un tanto reservado, y muy trabajador. Es bajito, algo regordete, y con una barba que a mi parecer le queda muy bien. Siempre lleva sus gafas consigo, y esas camisas de cuadros de mil colores diferentes. Siempre he pensado que mi padre era muy suyo, un hombre tranquilo que nunca busca ningún problema, con mucha paciencia, sobre todo conmigo cuando mi vaguedad me puede. Mi madre siempre ha dicho que uno de sus defectos era lo bueno que era. Cuando era joven practicaba atletismo, y en su época de estudiante se pasaba horas en frente de los libros. Se encargó del negocio familiar y al igual que su madre estudió farmacia. De él he aprendido que la constancia y el trabajar duro es muy importante, que debo estudiar para conseguir todo aquello que quiera en la vida, como él siempre me ha dicho.  Todos sus amigos y familia coincidirían conmigo al decir que es un hombre muy gracioso, siempre...

Los auriculares

A los dieciséis años de edad todos los chicos y chicas recibían unos auriculares como regalo, pero no eran unos auriculares normales, estos te conectaban con tu alma gemela. El día del dieciséis cumpleaños de Sara esta, al igual que todos sus amigos, recibió los auriculares, y emocionada mientras su madre le preguntaba por ello se los puso sin pensarlo.  Comenzó a hablar, y al otro lado escuchó la voz dulce de un chico. Este le preguntó que tal estaba, y a partir de este momento comenzaron a hablar todos los días. Cada día ganaban más y más confianza, y nunca se separaban de los auriculares,  aunque nunca le llegaron a preguntar al otro cuál era su nombre. Un día, durante una de esas conversaciones que mantenían durante horas, Sara escuchó una voz femenina, y alterada preguntó a su compañera que quien era, a lo que rápidamente el contestó: -Es tan sólo un amiga. La chica muy enfadada, le arrancó los auriculares y contestó que era su novia, y Sara sintiéndose incluso traicionad...

El principio de una historia

Bastará decir que soy Alicia García, la mujer que mató a Pablo Soto. Todo empezó un 29 de septiembre. Yo caminaba elegante por el centro de Barcelona, con la mirada alta y observándole tal y como llevaba semanas haciendo. Pablo llegaba puntual a la cafetería a la que iba todas las mañanas antes de trabajar. Pedía un café cortado, y en seguida procedía a leer el periódico, ausente del mundo que le rodeaba.  Pasaron 12 minutos hasta que se levantó, y me dispuse a poner en marcha mi plan. Comencé a correr en su dirección detrás de él, y cuando le tenía en frente, toqué delicadamente su hombro y dije: -¡Alejandro! Él se giró desconcertado, y yo le devolví una enorme sonrisa mientras le pedía perdón por haberme equivocado de persona. A lo que él contestó dándome su numero de teléfono. Poco a poco iba haciendo que se enamorase de mi. Le hice creer que teníamos los mismos intereses, que podíamos tener la vida perfecta, y que yo era el amor de su vida. Y así, en apenas tres meses, ya me ha...

Mi vocación

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Desde niños siempre nos han hecho la pregunta, esa que variaba cada vez que crecíamos más y más: ¿Qué quieres ser de mayor? A lo que nosotros contestábamos cosas como: bombero, futbolista o actriz, profesiones que con el paso de los años pasaban a ser consideradas inalcanzables para la mayoría. Sin embargo, la cosa cambiaba cuando cuando se acercaba el final del instituto, y te encontrabas preguntándote a ti mismo ese mismo interrogante: ¿Qué quiero ser de mayor? En mi caso, esa respuesta fue difícil de encontrar. Me sentía abrumada ante tal abanico de posibilidades. Desde una temprana edad supe que las ciencias no eran lo mío, y que por otro lado las letras me gustaban.  Más adelante me di cuenta de cómo me apasionaba la fotografía, el mundo audiovisual, la televisión, la moda o el arte, y supe que quería hacer algo relacionado con todo ello. Quería tener un trabajo que implicara creatividad, y con ello la necesidad de estar constantemente renovándome.  Y así fue como decidí ...