Los auriculares

A los dieciséis años de edad todos los chicos y chicas recibían unos auriculares como regalo, pero no eran unos auriculares normales, estos te conectaban con tu alma gemela.

El día del dieciséis cumpleaños de Sara esta, al igual que todos sus amigos, recibió los auriculares, y emocionada mientras su madre le preguntaba por ello se los puso sin pensarlo. 

Comenzó a hablar, y al otro lado escuchó la voz dulce de un chico. Este le preguntó que tal estaba, y a partir de este momento comenzaron a hablar todos los días. Cada día ganaban más y más confianza, y nunca se separaban de los auriculares,  aunque nunca le llegaron a preguntar al otro cuál era su nombre.

Un día, durante una de esas conversaciones que mantenían durante horas, Sara escuchó una voz femenina, y alterada preguntó a su compañera que quien era, a lo que rápidamente el contestó:

-Es tan sólo un amiga.

La chica muy enfadada, le arrancó los auriculares y contestó que era su novia, y Sara sintiéndose incluso traicionada,  decidió que nunca más hablaría con él y que guardaría sus auriculares para siempre. 

Pasaron un par de semanas, y una amiga de Sara le invitó a una cena con un par de amigos que ella no conocía, a lo que Sara accedió. Al llegar, rápidamente le llamó la atención un chico que no llevaba consigo los auriculares. Le preguntó a su amiga sobre ello, a lo que esta contestó:

-Dejó de llevar los auriculares cuando su alma gemela descubrió que tenía novia.  

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